dissabte, 26 de juliol del 2008

La caída de Orange

Vuelvo a aparecer para revitalizar este blog herido de muerte desde hace mucho tiempo debido a la ineptitud y la poca inspiración de todos sus integrantes, entre los que me incluyo.

De entre todos los temas espinosos por tratar me decanto por el más intrascendente: "La caída de Orange". Un suceso que ha dejado a unos cuantos ciudadanos de la zona charneguil de Barcelona sin conexión a Internet durante una semana.

Le agradezco por tanto, a la compañía francesa, el mantenerme alejado de ese nido de aburrimiento llamado 'messenger', al que la mayoría de gente recurre diariamente en busca del santo grial. Una sociedad realmente extraña la que se congrega en ese lugar de fantasía y de presunción en la que el comportamiento políticamente correcto (= buenista) se basa en no reconocer una cierta adicción.

Las formas de no reconocer la toxicomanía messengeril, formada exclusivamente por los influjos espirituales que emana esa desastrosa aplicación, se basan en el uso del estado civil "no disponible", del que a partir de ahora consideraré que quien lo utiliza lo hace porque se está masturbando violentamente delante de la pantalla de su PC y le imposibilita el poder mantener una conversación.

Otra forma más extraña de comportamiento radica en el estado civil "no conectado", germen de una mentalidad vouyerista de 'ver y no ser visto' mucho más grave que el onanístico ejemplo anterior. A todos los que la utilizan les aviso que me guardo gustosamente la opción de desadmitirles mandándoles así a la mierda.

Fuerza y honor.

1 comentari:

Anònim ha dit...

Mu bueno lo del messenger!